La silla del Amigo |
Escrito por Administrador | |
sábado, 09 de febrero de 2008 | |
La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo.
Cuando el sacerdote llegó a la habitación, encontró a este pobre hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas.
-¿Supongo que me estaba esperando?-, le dijo. -Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando entré y note la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo. -Ah si, la Silla.
Le importa cerrar la puerta?-. dijo el hombre enfermo, El hombre enfermo le dijo:
-Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida le he pasado sin saber como orar.
Me entra por un oido y me sale por el otro.
Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: -No es algo alocado el hacerlo pues el nos dijo: -“Yo estaré siempre con vosotros”-
-Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estas haciendo conmigo ahora-. -Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija... Pues me internaría de inmediato en el manicomio-. El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era algo muy bueno lo que venía haciendo, y que no dejara de hacerlo nunca. Luego hizo una oración con él. Le extendió una bendición y se fue a su parroquia. Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.
El sacerdote le preguntó:
-Si, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama-. -Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. -¿Qué cree usted que pueda significar esto?-.
El sacerdote profundamente estremecido, se secó las lagrimas de emoción y le respondió: Es curioso como podemos enviar cuentos y “bromas” a través del correo electrónico... Los cuales se esparcen como un fuego voraz, pero cuando enviamos mensajes de Dios, lo pensamos dos veces antes de compartirlos con otros. Es curioso como la lujuria cruda, vulgar y obscena pasa libremente a través del ciberespacio, pero lo que hable de Jesús es suprimido en las escuelas y en los lugares de trabajo. ¿ES CURIOSO, VERDAD?. Si cuando termines de leer este mensaje no se lo envías a muchos de los que están en tu lista de direcciones es porque no estas seguro de lo que ellos piensan al respecto, y peor, de lo que ellos vayan a pensar de ti. Es curioso que nos preocupemos más por lo que la gente piense de nosotros que por lo que Dios pueda pensar de nosotros..! Que tengas un día colmado de bendiciones junto con los tuyos. Además te invito a repetir esta oración en todo lugar y en todo momento, cuando precises de algo especial: “Señor, Quédate con nosotros” Autor: Nos llegó por email
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Modificado el ( lunes, 11 de febrero de 2008 ) |